11 historias personales para lectores curiosos

Cuando tiene la habilidad de pasar lo que piensa a palabras escritas, entonces una persona puede decir que sabe escribir.

Esta es una habilidad en la que se aplica análisis, capacidad de síntesis y conocimiento de las normas del lenguaje, que es el código con el que se transmiten los mensajes. Desarrollar la competencia de la escritura es uno de los más grandes retos de los centros de estudio.

En el caso de las universidades, que reciben jóvenes que ya han pasado por los procesos educativos donde se forman las primeras competencias para el dominio del lenguaje, se asume que los alumnos ya pueden aplicar sus habilidades de escritura en las áreas del conocimiento en que la institución les ayudará a realizarse como profesionales.

Pero no siempre es así, a veces los jóvenes requieren una ayuda extra. Consciente de esto, la Universidad José Cecilio del Valle, en el marco de la clase de Metodología de la Investigación Científica, el 4 de agosto de 2023 invitó al Sello Editorial de la Universidad Nacional de Policía (SEUNPH) a compartir un taller sobre escritura con sus alumnos. La actividad resultó increíblemente satisfactoria y provechosa.

Producto de esto surgieron los textos que ahora se presentan en 11 historias personales para lectores curiosos.

Esto relatos nacieron como ejercicios de lectura de los alumnos en el taller.

Tienen el candor de la primera vez que se hace algo, pero son profundamente sinceros y reflejan la búsqueda de quien quiere aprender a usar la escritura como un vehículo para comunicarse.

Algunos de ellos son juegos narrativos con una sorpresa al final (Iván y sus amigas las bestias), en otros se intuye algo macabro (Accidente) o son tan duros que engrifan la piel (A las escondidas). Hay en ellos crítica social (El lienzo y Viviendo una aventura para conseguir una mejor vida), pero también algo profundamente humano e íntimo (Luna de esperanza).

Son trabajos para sentirse orgulloso de sus autores.

Hoy los compartimos con los lectores para que ellos también conozcan el talento de los jóvenes hondureños. Basta una chispa educativa para que se genere un incendio de creatividad y talento.

Estos textos lo demuestran.