El tornaviaje del español: los hablares de América

El tornaviaje del español: los hablares de América

Por Atanasio Herranz

La lengua española es el lazo más importante de unión entre los diferentes estados independientes de un lado y otro de la mar océana que constituyen la comunidad hispana. Es innegable la unidad lingüística del español y está totalmente descartada la hipótesis de su escisión, cosa que no tiene tan segura la lengua inglesa.

El amplio territorio del español ha provocado en las hablas de América un abanico de variedades, no sólo geográficas, sino socioculturales que es necesario conocerlas en aras de un mayor acercamiento de todas las gentes de habla hispana. El seminario en el que participé como expositor en Casa de América en Madrid bajo el sugestivo títulos del «Tornaviaje del español los hablas de América” tenía como objetivos centrales conocer el largo procesos de expansión, consolidación y desarrollo del español de América a través de las vicisitudes políticas, sociales y económicas que han determinado los rasgos de las variedades del español americano a nivel regional. incluso nacional, y lograr una caracterización fonética. morfosintáctica y léxica del español de América.

Las influencias extralingüísticas de estas variedades se analizaron el primer día del seminario, después de la presentación de Ramón Gandarias, director de la Tribuna Americana, y finísimo anfitrión que demostró con creces su cariño por Hispanoamérica y muy especial mente por México (su próximo destino diplomático) y por Honduras.

Ma. Luz Gutiérrez, catedrática de Lengua Española de la UNED. ejerció de moderadora del debate y, lo que es más importante, fue la diseñadora de este seminario. Además, demostró su gran conocimiento y vivencia del español de América por su contacto con Cuba, por la excelente obra que publicó de morfosintaxis del español y por la maestría en la coordinación del debate.

Los patrocinadores del seminario tenían cierta preocupación de que no hubiera una asistencia masiva, pues, a la misma hora y en la sala contigua, Mario Vargas Llosa presentaba su último libro: «Los cuadernos de don Rigoberto». Los temores se disiparon cuando la sala estaba repleta de profesores de universidades, alumnos de Lingüística y personas de todas las nacionalidades hispánicas interesadas en conocer la situación actual y el futuro prometedor del español de América.

Germán de Granda, catedrático de la Universidad de Valladolid, propuso en su exposición las fechas, por áreas geográficas de la conformación del español de América y el inicio de sus rasgos peculiares (seseo, yeísmo, influencias léxicas andaluzas y canarias) traídos de algunas regiones sureñas de la península.

Después me tocó desarrollar la interacción entre el español y las lenguas indígenas americanas, aplicada al caso concreto de Honduras. Más que mis palabras, el hecho del gran desconocimiento de Centro Mas rica, y en especial de Honduras, despertó un gran interés entre los asistentes. Se describió desde una perspectiva histórica la dura y desigual lucha entre el español como lengua oficial y las lenguas indígenas mesoamericanas y chibchas en Centroamérica y sincrónicamente las influencias fonéticas y, especialmente, léxicas del náhuatl y, en menor medida, del maya-chortí, el lenca y el garífuna en el español hablado en Honduras.

Humberto López Morales, Secretario General de la Asociación de Academias de la Lengua Española, mostró un ejemplo de marginación sociolingüística en Puerto Rico para los hablantes que pronuncian como velar la /rr/. La marginación de estos hablantes a la hora de solicitar un empleo o realizar cualquier actividad social exige, según el expositor, un cambio de políticas lingüísticas en Puerto Rico. Por un lado, la escuela debe realizar esfuerzos de nivelación fonética y, por otro, el Estado, la sociedad y los medios de comunicación deben modificar sus actitudes negativas hacia esta pronunciación que afecta a un gran número de puertorriqueños. El caso de incluir en los programas de radio y televisión personas con este rasgo fonético podría ir modificando la estigmatización a que está sometido. Como ejemplo se citó la incorporación en España, tanto en radio como en televisión de locutores y presentadores andaluces y canarios.

En el debate surgieron muchas preguntas sobre la conformación histórica del español de América, la relación del español y las lenguas indígenas americanas y, como era de esperar, varias preguntas sobre la descabellada propuesta de reforma ortográfica del español que había presentado García Márquez en el Congreso de Zacatecas, aunque a este tema le dedicaré un artículo especial.

El 17 de abril la Casa de América realizó una reunión a puerta cerrada entre los seis expositores del seminario de Los hablares de América y los profesores de las universidades de Alcalá de Henares, UNED, Complutense, Autónoma de Madrid y los directivos del Instituto Cervantes. Las conclusiones más importantes de este productivo intercambio fueron:

  1. Lamentar cómo en España, por influencia desmedida de ciertas comunidades autónomas, leyes como la de LOGSE desplazan el término de Lengua Española por el de Lengua Castellana, proceso inverso al que se ha dado en América en el que ha triunfado el término correcto: Lengua Española.
  2. Se discutió el gran avance del «español como segunda lengua» en todo el mundo, en especial en Estados Unidos, Japón y Centro de África y se analizó y sugirió que el Instituto Cervantes debe mejorar y perfeccionar sus métodos de enseñanza del español como segunda lengua.
  3. La discusión de la importancia del español en los medios de comunicación cubrió una gran parte de la reunión. Se informó de las conclusiones del Congreso de Zacatecas y se valoró positivamente el esfuerzo que se realiza en centros de doblaje y subtitulación de películas en México, Puerto Rico y Los Ángeles. Al igual que ellos, las telenovelas producidas en países de Hispanoamérica cada vez procuran eliminar más las pronunciaciones regionales y buscan un léxico común de España y América que podríamos catalogar como «panhispánico«.
  4. Fue breve la discusión sobre la propuesta de García Márquez para la reforma de la ortografía del español. Afortunadamente, el mexicano José G. Moreno de Alba había presidido la mesa en que García Márquez presentó su esperpento y también estuvo presente Humberto López Morales, Secretario General de la Asociación de Academias de la Lengua Española. Ambos juzgaron la propuesta como poco seria, sin visas de triunfo y la calificaron como un «show» del escritor colombiano.
  5. Los expertos ahí reunidos mostraron su preocupación por la falta de lingüistas y gramáticos que trabajen en la enseñanza del español como segunda lengua en la gran cantidad de programas de educación bilingüe e intercultural que están ejecutando los gobiernos de los países de Sudamérica, Centroamérica y México para los distintos grupos étnicos. La escasa importancia que España da a estos programas de educación bilingüe se reflejan no sólo en la carencia de técnicos en el español como segunda lengua sino también en el ca- si nulo apoyo del Estado, la Cooperación Española Internacional y las ONGs en su financiamiento. Esta posición, poco visionaria, contrasta con los apoyos de otras cooperaciones internacionales como las de Alemania, Holanda, Suecia, Dinamarca y Noruega.

Esa misma tarde, a partir de las siete, continuó el seminario con la caracterización lingüística del español de América.

El moderador fue Humberto López Morales, catedrático de la Universidad de Puerto Rico, que presentó a los expositores y realizó una breve intervención de los tres planos lingüísticos en que se iba a caracterizar el español de América: fonético, morfosintáctico y léxico- semántico.

María Vaquero, autora de un buen número de obras de fonética y fonología del español del caribe y miembro de la Academia Puertorriqueña de la Lengua, describió con precisión los aspectos fonéticos que caracterizan actualmente el español de América. El seseo, el yeísmo, la neutralización de /-r/ y /-1/, la glotalización t y k y las distintas pronunciaciones de la /s/ fueron algunos de los fenómenos analizados en las diferentes variedades del español de este lado del Atlántico.

José G. Moreno de Alba, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México y actualmente director de la Biblioteca Nacional, caracterizó el léxico del español de América, tomando como ejemplo el habla de México. Inició su exposición con el gran número de voces del español del siglo XVI y XVII que se conserva en los hablares ame- ricanos y que se ha perdido en España o han quedado reducidas al uso regional o local. Criticó el falso concepto de «arcaísmos» con que se les denomina en la Península, pues en América Hispana difícilmente pueden considerarse arcaísmos palabras que no han dejado de usarse. Después, habló de los regionalismos peninsulares que se distribuyeron por América, en especial los andalucismos y canarismos. Las lenguas indígenas y su aporte léxico al español, en especial las del caribearawako, las del náhuatl y las del quechua, fue uno de los aspectos más desarrollados por Moreno de Alba. Terminó señalando la gran unidad léxica de la lengua española, dentro de la gran diversidad del habla de América.

La última exposición trató de los aspectos morfosintácticos más importantes del español en América y le correspondió a Mercedes Sedano. profesora de la Universidad Central de Venezuela y autora de varios trabajos de sintaxis del español. Uno de los aspectos más importantes de su intervención fue la descripción por región del uso del vos (voseo) y las implicaciones en la disminución del número de personas gramaticales y la alternancia de formas no diptongadas y disptongadas de los verbos. Sedano llamó la atención sobre la tendencia del español de América en simplificar a través del uso la riqueza morfológica y se- mántica de los tiempos verbales. Apuntó la pérdida del pretérito anterior y el escaso uso, aún en la literatura, del pretérito perfecto compuesto, del futuro y de los imperfectos de subjuntivo. Culminó su intervención con uno de los problemas más acuciantes del español actual; el mal uso del sistema de las preposiciones tanto en el español peninsular como en el de América.

En el largo debate de preguntas y respuestas me llamó la atención la intervención de una joven salvadoreña que señaló a Moreno de Alba que todos los arcaísmos (semiarcaísmos los denominó él) que había sefalado para México, también se usaban en El Salvador.

En esta apretada síntesis del relato de este seminario no quiero pasar por alto algunos detalles interesantes. El más destacado es la presencia en el seminario de un gran número de catedráticos de Lengua y Literatura de las Universidades madrileñas: Carlos III, UNED, Complutense de Madrid, Autónoma y Alcalá de Henares. El coordinador de la Comisión de Lexicografia de la Real Academia Española, Gregorio Salvador, calorizó con su presencia este seminario. Todos los miembros de la Embajada de Honduras en España me atendieron con esmero y se sintieron orgullosos de que el nombre de la Academia Hondureña de la Lengua y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras estuviera en este evento entre los cuatro más importantes de América. La presencia de Honduras fue notoria en la primera ronda de preguntas y respuestas, Javier Ramos, que trabajó en Honduras por dos meses a través del programa de INTERCAMPUS en la revisión y contrastividad de los hondureñismos con el andaluz y el canario, aporto atinadas observaciones sobre la conformación del español de Honduras y el uso erróneo en las leyes educativas españolas de Lengua Castellana en lugar de la Lengua Española.

Casa de América, a través de la Tribuna Americana, nos alojó en la Residencia de Estudiantes. Este lugar, bautizado por Juan Ramón Jiménez «La Colina de los Chopos«, tuvo una intensa actividad intelectual y creativa durante el período de entreguerras. Desde su fundación en 1910 y hasta la interrupción de su actividad por la guerra civil en 1936, en la Residencia se estableció un fecundo diálogo entre diversas disciplinas, que hizo en ella un centro de recepción en España de las tendencias internacionales del primer tercio del siglo. Aquí acudieron, en esos años, Einstein, Gropius, Le Corbusier, Aragón, Keynes, Valéry, Chesterton y Claudel, además de visitantes asiduos como Manuel de Falla, Rafael Alberti o Alfonso Reyes, compartiendo su estancia con residentes permanentes como Federico García Lorca, Salvador Dalí, Severo Ochoa o Luis Buñuel.

Algunos de los intelectuales y escritores más importantes del otro lado del Atlántico, como Octavio Paz, Gonzalo Rojas, Enrique Molina, Olga Orozco, Haroldo de Campos, Manuel Patarroyo, Emilio Adolfo Westphalen, Blanca Varela, Mario Vargas Llosa o Gabriel Zaid han visitado y pronunciado conferencias en la Residencia durante su nueva etapa.

Hoy vuelve a desempeñar una importante labor de difusión de la literatura, las artes y las ciencias. Es además un espacio abierto al debate, la reflexión crítica y la creación en torno a las tendencias de este fin de siglo, tanto nacionales como internacionales, y en particular las referentes a la cultura hispanoamericana.

Tegucigalpa, M.D.C., mayo de 1997.